CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA EN MEMORIA DE LOS SACERDOTES JESUITAS ASESINADOS EN CHIHUAHUA

El día de ayer el Tecnológico Universitario del Valle de Chalco celebró una Eucaristía en memoria de los Sacerdotes Jesuitas asesinados en Cerocahui, Chihuahua el pasado 20 de junio, una celebración para festejar la vida y el legado que Joaquín César Mora Salazar sj y Javier Campos Morales.

Para abrir el evento se proyectó el video en memoria de los queridos padres, dando comienzo posteriormente a la celebración eucarística oficiada por el P. Enrique Carrasco S.J., que con profundo dolor por la pérdida de sus hermanos, compartió un mensaje de unión en estos momentos difíciles y una visión de celebración de la vida de los sacerdotes de la Sierra Tarahumara.

Dentro de las palabras de corazón que regaló el Padre Enrique, nos recuerda que el Amor y la Paz son la misión de todos los colegios y escuelas jesuitas. Menciona que las eucaristías en el pasado, se trataban de compartir el pan y atender las problemáticas y ducho esto, nos invita a hacerlas de ese modo hoy en día.

Invita a hacer la reflexión a todos los que formamos parte de esta red, siendo cristianos o no, a revisar nuestros corazones y preguntarnos qué podemos hacer, ese legado, es el que nos dejan “El Morita” y “El Gallo”, quienes experimentaron la ternura de papá Dios, la cercanía con Jesús, siguieron y caminaron a lado de él en la regiones Tarahumaras, disfrutaron a lado de los Rarámuris, y estaban dispuestos a y todo por sus hermanos, como bien menciona el P. Enrique, no fue una casualidad que estuvieran con sus hermanos de Chihuahua hasta el final, pues desde antes lo asumieron por la justicia y la paz, y el asesinato tan cruel del que fueron víctimas, es una manera bella de decir que amaron hasta el final, que su sangre fue por amor por hombres y mujeres de paz.

“Que Dios nos ayude a no vivir una vida mediocre, que nos arriesguemos a disfrutar la vida y amar sin condiciones, que no nos conformemos con esta espiral de violencia, que nos unamos para exigir y denunciar a todos los criminales, incluso a los de cuello blanco”, Con estas palabras, el Sacerdote Carrasco invitó a los asistentes a dar frases por las cuáles pedir todos juntos en oración.

Al dar el sermón, el P. Enrique recordaba la reunión del 3 de junio, donde “El Gallo” habló sobre espiritualidad, amor profundo en el seguimiento a Jesús, encaminar y entregarse de manera fiel, entre bromas y sus conocidos “Kikirirkis”. Asimismo, sobre “El Morita” compartió que alguien cercano a él lo conoció en la Tarahumara y mencionaba su gran amor por las habitantes de la Sierra rarámuri y su deseo de cambiar las cosas para bien.

Respecto al indignante hecho acontecido hace tres semanas, menciona que esta tragedia innegablemente dolorosa para toda la comunidad jesuita, también ha ayudado a visibilizar la inseguridad de esta región y a ver lo que necesitan, e invita a ser agentes para contagiar la sana indignación como motor para buscar el cambio. Seguido de esto, invita a hacer la pregunta de ¿Para qué los mataron?, e interiorizar en verdad que hace falta accionar por la paz, nos invita a despertar y hacer más por el dolor que mucha gente del país sufre y siente, la pena de muchas víctimas.

Para dar término a la celebración se dio un último momento de reflexión conjunta, donde palabras de docentes, invitados y administrativos se hicieron escuchar, donde los docentes hablan que lo importante que es hacerle ver a los alumnos que sus vidas son importantes, pues les cuesta mucho trabajo tener proyectos de vida, y ellas y ellos como profesores tratan de mostrarles que pueden hacer el cambio.

Cada quién sabe cómo traer paz, la sabiduría está en la vivencia, la razón en el corazón y el espíritu en el hacer algo diferente. por el bien común.

Por Blanca Gutiérrez

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